Colocamos la mariposa en las cuchillas y ponemos el queso mascarpone, el queso cremoso, la leche condensada y 50 g. de licor de crema de whisky en el vaso. Programamos 1 min/ vel 3½.

Retiramos la mariposa y vertemos la crema en una manga pastelera. Reservamos en el frigorífico.

En 1 bol mezclamos el café con 2 cucharadas de leche condensada, 70 g de crema de licor de whisky y 1 cucharadita de esencia de vainilla. Reservamos para enmoquetar los bizcochitos.

Cortamos los bizcochitos por una de las puntas o un poco más y reservamos. En el plato donde vayamos a presentar la tarta, ponemos un cordón de crema de 15 cm de diámetro y ponemos encima el molde de ese mismo tamaño sin la base, la crema hará de “pegamento” para que no se nos vaya el molde. Ponemos otro cordón con cuidado, pegado a la base del molde y vamos montando en vertical los bizcochitos.

Colocamos el resto de los bizcochotos troceados con las manos dentro del círculos y remojamos con el preparado de café. Aplastamos con una cuchara.

Ponemos encima de los bizcochitos la crema a botones y espolvoreamos cacao en polvo. 

Remojamos unos cuántos bizcochitos en la mezcla de café y repartimos partidos en dos encima de la tarta. Volvemos a poner botones de crema y espolvoreamos de cacao. 

Finalizamos la presentación y reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir.